Nuevamente nos vemos obligados a tratar en Pleno una moción que, no por repetida, deja de tener vigencia. Efectivamente, hace ahora algo más de un año este Pleno debatía y aprobaba una moción prácticamente similar a la que ahora nos ocupa. Pero transcurridos todos estos meses, y a punto de finalizar la legislatura, vemos con tristeza lo que cualquier observador imparcial puede acreditar respecto a la labor desarrollada por Yolanda Barcina y UPN al frente de este Ayuntamiento: la derecha ni cree ni nunca ha creído en la participación ciudadana.
Es verdad que a regañadientes, y siempre a remolque de iniciativas de la oposición, básicamente a remolque de iniciativas de mi Grupo Municipal, UPN no ha tenido más remedio que ir aplicando en pequeñas dosis algunas recetas de participación ciudadana. Así, con mayor o menor fortuna, ha tenido que convivir, por ejemplo, con los presupuestos participativos. Por eso parece mentira que el Sr. Alonso se atreva a citarlos como ejemplo de buena gestión en la participación ciudadana por parte de UPN. Pues no sólo no ha dotado económicamente a la oportuna partida presupuestaria del montante económico suficiente para poder consolidar su práctica en los barrios en donde ya se ha realizado y poder ir extendiendo su aplicación a nuevos barrios, si no que, finalmente, este año decidió asignar cero euros a estos presupuestos participativos y, una vez más, únicamente la intervención de mi Partido, logró salvar una experiencia que, ya les adelanto, consolidaremos y extenderemos progresivamente al conjunto de nuestra ciudad en la próxima legislatura.
¿Cómo es posible y qué excusas tienen señores de UPN para justificar la no puesta en marcha y funcionamiento de los Consejos de Barrio, del Consejo de la Infancia, del de las Personas Mayores, o de tantas otras iniciativas de participación ciudadana aprobadas por este Pleno, que están durmiendo el sueño de los justos en el cajón ya de mudanzas de la Sra. Barcina?. ¿Por qué ese temor a la participación ciudadana?. ¿Qué tiene de malo, qué puede tener de malo que funcione un Consejo de la Infancia, o uno de las Personas Mayores que sirva de órgano consultivo en los temas que les afecten? ¿O qué hay de malo en que se hubieran puesto en marcha los Consejos de Barrio, algo que el Pleno acordó al comenzar la legislatura?. Sabemos, y nuestro Grupo defiende este principio con firmeza, que es el Pleno el auténtico depositario de la voluntad popular. Evidentemente. Pero eso ni está reñido ni es incompatible con una participación ciudadana, oportunamente regulada. Y más cuando, como he dicho, lo reclama este Pleno, que representa de forma efectiva a la ciudadanía de Pamplona.
La administración municipal es la más próxima a la ciudadanía. Y es deber de la misma atender de la manera más efectiva los problemas cotidianos que le afectan. ¿Qué mejor forma de hacerlo que escuchando y atendiendo a los sectores, personas, colectivos y barrios directamente implicados en los temas a tratar?. ¿Y qué hay de malo en regular formalmente dicha participación?. Y digo más: no basta con cumplir formalmente el expediente poniendo en marcha dichos órganos de participación. Debemos dotarlos de contenido y funcionamiento realmente efectivo, de manera que las propuestas que surjan de ellos, sean asumidas y llevadas a la práctica.
Entre tanto, y a estas alturas de legislatura, somos conscientes de que esta moción o no se va a cumplir o, de hacerlo, será en precario. Diga lo que diga el Sr. Alonso, no pueden UPN y la Sra. Barcina poner en valor la labor desarrollada en esta materia, por mucho que en su argumentación, confunda asistencia a locales y eventos municipales con la participación ciudadana. Se hace por ello, y por otras muchas razones, más palpable que nunca la necesidad de un cambio en nuestro Ayuntamiento que impulse de verdad la participación ciudadana en Pamplona, como forma más efectiva para resolver los problemas que interesan de manera más directa a las personas. Desde luego, mi Partido está firmemente comprometido con ello.
Es verdad que a regañadientes, y siempre a remolque de iniciativas de la oposición, básicamente a remolque de iniciativas de mi Grupo Municipal, UPN no ha tenido más remedio que ir aplicando en pequeñas dosis algunas recetas de participación ciudadana. Así, con mayor o menor fortuna, ha tenido que convivir, por ejemplo, con los presupuestos participativos. Por eso parece mentira que el Sr. Alonso se atreva a citarlos como ejemplo de buena gestión en la participación ciudadana por parte de UPN. Pues no sólo no ha dotado económicamente a la oportuna partida presupuestaria del montante económico suficiente para poder consolidar su práctica en los barrios en donde ya se ha realizado y poder ir extendiendo su aplicación a nuevos barrios, si no que, finalmente, este año decidió asignar cero euros a estos presupuestos participativos y, una vez más, únicamente la intervención de mi Partido, logró salvar una experiencia que, ya les adelanto, consolidaremos y extenderemos progresivamente al conjunto de nuestra ciudad en la próxima legislatura.
¿Cómo es posible y qué excusas tienen señores de UPN para justificar la no puesta en marcha y funcionamiento de los Consejos de Barrio, del Consejo de la Infancia, del de las Personas Mayores, o de tantas otras iniciativas de participación ciudadana aprobadas por este Pleno, que están durmiendo el sueño de los justos en el cajón ya de mudanzas de la Sra. Barcina?. ¿Por qué ese temor a la participación ciudadana?. ¿Qué tiene de malo, qué puede tener de malo que funcione un Consejo de la Infancia, o uno de las Personas Mayores que sirva de órgano consultivo en los temas que les afecten? ¿O qué hay de malo en que se hubieran puesto en marcha los Consejos de Barrio, algo que el Pleno acordó al comenzar la legislatura?. Sabemos, y nuestro Grupo defiende este principio con firmeza, que es el Pleno el auténtico depositario de la voluntad popular. Evidentemente. Pero eso ni está reñido ni es incompatible con una participación ciudadana, oportunamente regulada. Y más cuando, como he dicho, lo reclama este Pleno, que representa de forma efectiva a la ciudadanía de Pamplona.
La administración municipal es la más próxima a la ciudadanía. Y es deber de la misma atender de la manera más efectiva los problemas cotidianos que le afectan. ¿Qué mejor forma de hacerlo que escuchando y atendiendo a los sectores, personas, colectivos y barrios directamente implicados en los temas a tratar?. ¿Y qué hay de malo en regular formalmente dicha participación?. Y digo más: no basta con cumplir formalmente el expediente poniendo en marcha dichos órganos de participación. Debemos dotarlos de contenido y funcionamiento realmente efectivo, de manera que las propuestas que surjan de ellos, sean asumidas y llevadas a la práctica.
Entre tanto, y a estas alturas de legislatura, somos conscientes de que esta moción o no se va a cumplir o, de hacerlo, será en precario. Diga lo que diga el Sr. Alonso, no pueden UPN y la Sra. Barcina poner en valor la labor desarrollada en esta materia, por mucho que en su argumentación, confunda asistencia a locales y eventos municipales con la participación ciudadana. Se hace por ello, y por otras muchas razones, más palpable que nunca la necesidad de un cambio en nuestro Ayuntamiento que impulse de verdad la participación ciudadana en Pamplona, como forma más efectiva para resolver los problemas que interesan de manera más directa a las personas. Desde luego, mi Partido está firmemente comprometido con ello.
Intervención de Eduardo Vall en el Pleno del 18 de febrero de 2011