El pasado domingo 24 de octubre el río Arga nos daba una desagradable sorpresa al aparecer teñido de un verde fluorescente que provocó sorpresa, alarma y, posteriormente, enfado a buena parta de la ciudadanía que conoció dicho vertido. Según hemos sabido con posterioridad, el vertido lo realizó una supuesta coordinadora que se opone a la construcción del Tren de Alta Velocidad. Ante ello, desde mi Grupo queremos hacer cuatro consideraciones muy concretas.
En primer lugar, nos parece mal que nadie, por su cuenta y riesgo y sin autorización administrativa alguna, decida realizar vertidos a un río como el Arga, por muy inocuos o inofensivos que éstos puedan ser.
En segundo lugar, nos parece peor el entorno político en el que se mueven los responsables de estos vertidos: invito a cualquier persona, a que se documente y busque referencias y conexiones políticas sobre dichos responsables.
Precisamente por ello queremos, en tercer lugar, denunciar la manipulación y el uso de movimientos supuestamente ecologistas que, realmente, lo único que pretenden es buscar réditos políticos a favor del entorno radical de la ilegalizada batasuna. Pensamos que flaco favor hacen con ello al verdadero ecologismo.
Finalmente, no podemos dejar de reseñar cómo esta acción va dirigida contra la construcción del Tren de Alta Velocidad, obra que este mismo Pleno Municipal considera fundamental e imprescindible para el futuro de Navarra y de Pamplona y que, además de mejorar las infraestructuras de transportes ferroviarios de pasajeros y de mercancías de forma decisiva, y hacerlo por supuesto con absoluto respeto al entorno natural y a las leyes que lo salvaguardan, permitirá una creación de empleo estimada, solo en nuestra Comunidad, en torno a cuatro mil nuevos puestos de trabajo.
Creemos que estos son argumentos más que suficientes para rechazar una actuación que creemos tiene muy poco de ecologista y que, por el contrario, esconde intereses políticos ilegítimos.
Intervención de Eduardo Vall en el Pleno del 4 de noviembre
En primer lugar, nos parece mal que nadie, por su cuenta y riesgo y sin autorización administrativa alguna, decida realizar vertidos a un río como el Arga, por muy inocuos o inofensivos que éstos puedan ser.
En segundo lugar, nos parece peor el entorno político en el que se mueven los responsables de estos vertidos: invito a cualquier persona, a que se documente y busque referencias y conexiones políticas sobre dichos responsables.
Precisamente por ello queremos, en tercer lugar, denunciar la manipulación y el uso de movimientos supuestamente ecologistas que, realmente, lo único que pretenden es buscar réditos políticos a favor del entorno radical de la ilegalizada batasuna. Pensamos que flaco favor hacen con ello al verdadero ecologismo.
Finalmente, no podemos dejar de reseñar cómo esta acción va dirigida contra la construcción del Tren de Alta Velocidad, obra que este mismo Pleno Municipal considera fundamental e imprescindible para el futuro de Navarra y de Pamplona y que, además de mejorar las infraestructuras de transportes ferroviarios de pasajeros y de mercancías de forma decisiva, y hacerlo por supuesto con absoluto respeto al entorno natural y a las leyes que lo salvaguardan, permitirá una creación de empleo estimada, solo en nuestra Comunidad, en torno a cuatro mil nuevos puestos de trabajo.
Creemos que estos son argumentos más que suficientes para rechazar una actuación que creemos tiene muy poco de ecologista y que, por el contrario, esconde intereses políticos ilegítimos.
Intervención de Eduardo Vall en el Pleno del 4 de noviembre
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