El tema
que nos ocupa no es un tema nuevo, no sólo se ha debatido en Pleno del Ayuntamiento si no que la mayoría
acordamos la apertura de la Biblioteca de San Francisco como Biblioteca Central
de la ciudad y su acondicionamiento como tal en cuanto a fondos bibliográficos,
servicios y horarios de atención al público.
Hoy parece que lo que se acuerda , tal y como se
expresó la representante del Equipo de Gobierno en la reunión que mantuvimos
los representantes de los distintos partidos con el Grupo de Trabajo por una
Biblioteca digna en el Casco Viejo, es papel mojado.
Quiero ser muy breve, porque varios grupos ya han
hablado y el decir o repetir las mismas cosas no tiene mucho sentido.
Deseamos, como así lo hemos venido expresando en todos los foros, que la
Biblioteca de San Francisco sea considerada como biblioteca central de ciudad.
Entendemos que una biblioteca que está situada en
el centro de la ciudad acoge todo tipo de personas usuarias vengan de donde
vengan y si queremos que la biblioteca atienda a todas las personas que pasen
por allí, tendrá que tener un fondo bibliográfico acorde con la población que
va atender.
Voy a ser muy directa, ¿alguno de ustedes, sin
ser vecinos del barrio pasea por el barrio de Mendebaldea?, ¿ha acudido alguno
de ustedes a la Biblioteca General de Navarra desde que se trasladó a este punto de la ciudad?
Si son sinceros, alguno me contestará que ha ido
alguna ocasión al hipermercado, pero nada más.
Por lo contrario, miles de personas, que no
residimos en el Casco Viejo de la Ciudad de Pamplona, visitamos varias veces y
por diversos motivos esa zona de la ciudad.
Nuestro grupo apuesta por una biblioteca
integrada en su comunidad y al servicio de ella, una biblioteca que se
constituya como servicio básico, que apoye el desarrollo social, cultural y
económico de la comunidad.
Pero para que las bibliotecas de Pamplona y ésta,
en particular, funcionen correctamente, necesitan indudablemente el apoyo de
sus instituciones, y estamos hablando en este caso concreto del apoyo del Ayuntamiento
de Pamplona y del Gobierno de Navarra, siempre que deseemos que la biblioteca
pública se entienda como una institución clave para el desarrollo cultural
comunitario.
Sin este impulso, difícilmente podremos poner en
marcha una biblioteca de ciudad en las mejores condiciones deseables, una
biblioteca integrada en su ciudad y al servicio de ella, que contemple diversos
y diferentes programas específicos a cada perfil de edad, lengua y cultura de
los ciudadanos y ciudadanas de Pamplona.
La Biblioteca San Francisco debe ser la
biblioteca que adquiera, conserve y difunda el fondo sobre la historia de
Pamplona y todo lo que tenga que ver con la ciudad, escrito por autores o autoras locales o foráneas,
incluidas obras de ficción, es decir debe ser la biblioteca que albergue el
patrimonio bibliográfico y documental de la ciudad de Pamplona.
Dicho esto, entedemos que aquel fondo referente a
Pamplona y a sus autores que en su día fue llevado a la biblioteca General de
Navarra debería ser restablecido en la Biblioteca de San Francisco.
En la actualidad, el servicio bibliotecario instalado provisionalmente en el
Civivox de Condestable, tiene
escasos fondos de libros y si
deseamos una correcta biblioteca pública deberá ajustarse a las necesidades y
deseos de la población que atiende en cuanto a calidad y cantidad de fondos.
De acuerdo a los parámetros internacionales y
locales estudiados, se calcula que la biblioteca de San Francisco, en su nueva
andadura debe empezar con un fondo inicial de 25.000 documentos hasta llegar a
un número no inferior a 45.000 .
Pero para llegar a conseguir todo esto, se
requiere realizar un trabajo, se requiere que el Equipo de Gobierno del
Ayuntamiento inicie una negociación con el Gobierno de Navarra, se requiere un
convenio entre las dos partes que contemple y de respuestas a las necesidades
que contempla una biblioteca de ciudad, estamos hablando de fondos biográficos,
de servicios, de horario de atención al público, de profesionales
especializados, en definitiva tenemos que dotarla de presupuestos acordes a las necesidades de una biblioteca de
ciudad.
Estamos viviendo momentos de crisis, cierto,
pero estos tiempos de crisis, nos invitan a un trabajo coordinado, a llegar a acuerdos, a establecer plazos hasta que logremos una biblioteca acorde a
las necesidades que demanda la ciudadanía.
Para finalizar mi exposición, recordar que mi
grupo apuesta por la accesibilidad universal, en todos los espacios públicos,
para todos los ciudadanos y ciudadanas que quieran entrar en una biblioteca
pública, me estoy refiriendo al acceso
a la información, a los fondos de
libros, a los materiales, a la ejecución de medidas tanto estructurales como
logísticas que hagan posible el uso normalizado de la biblioteca de todos y
para todas las personas.
Intervención de Pilar Ferrero en el Pleno del 7 de junio de 2012
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