lunes, 11 de junio de 2012

LA BIBLIOTECA DE SAN FRANCISCO DEBE SER DE CIUDAD, NO SOLO DEL BARRIO



El tema que nos ocupa no es un tema nuevo, no sólo se ha debatido en  Pleno del Ayuntamiento si no que la mayoría acordamos la apertura de la Biblioteca de San Francisco como Biblioteca Central de la ciudad y su acondicionamiento como tal en cuanto a fondos bibliográficos, servicios y horarios de atención al público.
Hoy parece que lo que se acuerda , tal y como se expresó la representante del Equipo de Gobierno en la reunión que mantuvimos los representantes de los distintos partidos con el Grupo de Trabajo por una Biblioteca digna en el Casco Viejo, es papel mojado.
Quiero ser muy breve, porque varios grupos ya han hablado y el decir o repetir las mismas cosas no tiene mucho sentido.
Deseamos, como así lo hemos  venido expresando en todos los foros, que la Biblioteca de San Francisco sea considerada como biblioteca central de  ciudad.
Entendemos que una biblioteca que está situada en el centro de la ciudad acoge todo tipo de personas usuarias vengan de donde vengan y si queremos que la biblioteca atienda a todas las personas que pasen por allí, tendrá que tener un fondo bibliográfico acorde con la población que va atender.
Voy a ser muy directa, ¿alguno de ustedes, sin ser vecinos del barrio pasea por el barrio de Mendebaldea?, ¿ha acudido alguno de ustedes a la Biblioteca General de Navarra desde que se  trasladó a este punto de la ciudad?
Si son sinceros, alguno me contestará que ha ido alguna ocasión al hipermercado, pero nada más.
Por lo contrario, miles de personas, que no residimos en el Casco Viejo de la Ciudad de Pamplona, visitamos varias veces y por diversos motivos esa zona de la ciudad.
Nuestro grupo apuesta por una biblioteca integrada en su comunidad y al servicio de ella, una biblioteca que se constituya como servicio básico, que apoye el desarrollo social, cultural y económico de la comunidad.
Pero para que las bibliotecas de Pamplona y ésta, en particular, funcionen correctamente, necesitan indudablemente el apoyo de sus instituciones, y estamos hablando en este caso concreto del apoyo del Ayuntamiento de Pamplona y del Gobierno de Navarra, siempre que deseemos que la biblioteca pública se entienda como una institución clave para el desarrollo cultural comunitario.
Sin este impulso, difícilmente podremos poner en marcha una biblioteca de ciudad en las mejores condiciones deseables, una biblioteca integrada en su ciudad y al servicio de ella, que contemple diversos y diferentes programas específicos a cada perfil de edad, lengua y cultura de los ciudadanos y ciudadanas de Pamplona.
La Biblioteca San Francisco debe ser la biblioteca que adquiera, conserve y difunda el fondo sobre la historia de Pamplona y todo lo que tenga que ver con la ciudad, escrito  por autores o autoras locales o foráneas, incluidas obras de ficción, es decir debe ser la biblioteca que albergue el patrimonio bibliográfico y documental de la ciudad de Pamplona.
Dicho esto, entedemos que aquel fondo referente a Pamplona y a sus autores que en su día fue llevado a la biblioteca General de Navarra debería ser restablecido en la Biblioteca de San Francisco.
En la actualidad,  el servicio bibliotecario instalado provisionalmente en el Civivox de Condestable, tiene  escasos  fondos de libros y si deseamos una correcta biblioteca pública deberá ajustarse a las necesidades y deseos de la población que atiende en cuanto a calidad y cantidad de fondos.
De acuerdo a los parámetros internacionales y locales estudiados, se calcula que la biblioteca de San Francisco, en su nueva andadura debe empezar con un fondo inicial de 25.000 documentos hasta llegar a un número no inferior a 45.000 .
Pero para llegar a conseguir todo esto, se requiere realizar un trabajo, se requiere que el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento inicie una negociación con el Gobierno de Navarra, se requiere un convenio entre las dos partes que contemple y de respuestas a las necesidades que contempla una biblioteca de ciudad, estamos hablando de fondos biográficos, de servicios, de horario de atención al público, de profesionales especializados, en definitiva tenemos que dotarla de  presupuestos acordes a las necesidades de una biblioteca de ciudad.
Estamos viviendo momentos de crisis, cierto, pero  estos tiempos de crisis,  nos invitan a un  trabajo coordinado, a llegar a acuerdos,  a establecer plazos  hasta que logremos una biblioteca acorde a las necesidades que demanda la ciudadanía.
Para finalizar mi exposición, recordar que mi grupo apuesta por la accesibilidad universal, en todos los espacios públicos, para todos los ciudadanos y ciudadanas que quieran entrar en una biblioteca pública, me estoy refiriendo  al acceso a la información, a los   fondos de libros, a los materiales, a la ejecución de medidas tanto estructurales como logísticas que hagan posible el uso normalizado de la biblioteca de todos y para todas las personas.

Intervención de Pilar Ferrero en el Pleno del 7 de junio de 2012


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