
Estos desfases acaban siendo una política de hechos consumados en la que se mezclan, como en este caso y según el informe técnico de PCH, carencias de proyecto, con decisiones de obra, que implican un elevado número de unidades y precios nuevos, cuya repercusión económica fue insuficientemente valorada antes de su ejecución y que ha resultado ser muy superior una vez ejecutada.
Incrementos tan importantes como un 36% denotan un problema de control del gasto de una obra pública que no debe convertirse en una costumbre.
El hecho de que este notable incremento pueda ser justificado y responda a la realidad de la obra ejecutada, por lo que no hay más remedio que aprobarlo, no excusa la constatación de que estamos ante otra obra que, de nuevo, a UPN en el Ayuntamiento de Pamplona se le ha escapado el adecuado control del gasto que debe primar en toda obra pública.
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