Se debe actualizar la revisión de los carriles bici para solucionar los fallos que existen

Un año más las instituciones han celebrado la Semana Europea de la Movilidad.
Esta es una muestra de la sinceridad con que se toman esos bonitos propósitos que se desmienten durante todas las demás semanas del año.
En 2009 el Gobierno de Navarra se va a gastar 6 millones de euros en subvencionar la compra de automóviles particulares a través del plan Renove. Para el Transporte Comarcal sólo destina 4,8 millones de euros. Algo habrá que cambiar.
Los carriles bici se intentaron consensuar en la agenda 21 y tuvieron cierta contestación, sobre todo por parte de los ciclistas. Bien es cierto que el documento leído como tal y en intenciones es bastante correcto y ambicioso. Pero como pasa muchas veces con estas políticas de movilidad, luego no se llevan a la práctica efectivamente.
Y eso es lo que consideramos que ha pasado con los carriles bici. Pueden ser 100, 1.000 o 10.000 km, si no tienen continuidad, si están llenos de recorridos inverosímiles o giros imposibles, pistas que acaban en solares o calzadas como si fueran pistas de aterrizaje y las bicis aviones, se usen como almacén de las obras, tengan árboles, farolas, señales u otros elementos entorpeciendo el tránsito, no esté claro por donde se debe circular o como tengas que hacerlo, circular de perfil ya seas peatón o cilcista si te cruzas en algunos puntos, encomendarte a los dioses para que nadie aparque, ocupe o duerma en el carril.

Es una cuestión de calidad no de cantidad, de eficacia de servicio a la movilidad y no sumar por sumar kilómetros y kilómetros para la estadística.
Por todo esto es necesario realizar una buena revisión del circuito de carriles bici para que pueda ser un servicio más completo y que cumpla precisamente con el Plan de ciclabilidad y se cumplan también las indicaciones emanadas de la agenda 21.