Adelanto que el Grupo Municipal Socialista apoyará la congelación de las tasas y los precios públicos prevista para el año próximo.
En esta legislatura municipal, que tan de lleno se ha visto condicionada por la crisis económica global que atravesamos, nuestro Grupo ha venido primando medidas políticas, sociales y económicas que buscan combatir dicha crisis y que, como no podía ser de otra manera, también han tenido reflejo en este debate anual. En cuantía económica ciertamente modesta si individualmente se contempla el tema, al tratarse de tasas, ordenanzas fiscales y precios públicos; aunque, uno a uno y suma a suma, sí que cobran importancia. No en vano hablamos de, aproximadamente, un tercio de la cantidad total de dinero que nuestro Ayuntamiento destina al gasto corriente. Por eso hay que valorar en su justa medida el esfuerzo que supone esta congelación por segundo año consecutivo. Quiero recordar cómo mi Grupo, además, ya logró a comienzo de legislatura, cuando los problemas económicos empezaban a manifestarse, la congelación y la reducción de algunas tasas que afectaban a los comedores y las viviendas municipales, los apartamentos tutelados o los servicios que presta el servicio de atención domiciliaria. Mejoras que conseguimos consolidar en el ejercicio pasado y que este, lógicamente, también se mantienen.
Volviendo al grueso del debate, nada más fácil que hacer demagogia o brindis al sol a costa de la política fiscal. Tanto más en este caso que, al tratarse del ámbito municipal, ni su trascendencia, ni su cuantía, sin negar la que tiene, se corresponde con la que adquiere en otros ámbitos. Por eso el Partido Socialista, que siempre defiende una presión fiscal tan solidaria como imprescindible para que la sociedad en su conjunto y, especialmente, quienes más lo necesitan, gocen de los servicios e igualdad de oportunidades que nuestras leyes recogen, cree que en estos momentos hay que volver a realizar este sacrificio para las arcas municipales.
En tiempos complejos, medidas extraordinarias. Pero que nadie se equivoque: no es buena de suyo ni la congelación ni la reducción fiscal. A la larga, perjudican a los servicios públicos y al papel inversor de las administraciones. Y cuando estos fallan, quien más lo nota es quien menos tiene. Así que sí, apoyamos esta congelación de tasas, pero únicamente por la coyuntura económica excepcional que sufrimos. Precisamente por ello, y al igual que el año pasado, hemos preferido no presentar algunas propuestas concretas, tendentes a incidir en los temas antes citados, por entender que el esfuerzo total de la congelación es suficiente.
Respecto a las variaciones que UPN nos presentaba este año respecto al ejercicio anterior, decir que estábamos en todas de acuerdo, menos en la referida al artículo 2.1 y 2.2 de la Norma 2, referida al uso de instalaciones deportivas y escolares municipales que se nos presentó inicialmente, por entender que suponía una restricción inadecuada sobre dichos usos. Por eso mismo, manifestamos nuestra disconformidad y hemos logrado que el equipo de gobierno haya propuesto una nueva redacción en donde se expresaba de forma clara que dichas restricciones no afectaban al necesario uso político electoral y cotidiano que los partidos políticos tenemos derecho a ejercer. Pero, aun y todo, y como quiera que queríamos dejar más claro el tema, hemos presentado la enmienda de sustitución que pretende zanjar cualquier polémica al respecto. Con todo, hay referencias de esta Norma que entendemos mejorables pero que abordaremos en una de las dos mociones que luego presentará el grupo municipal de Nafarroa Bai.
Una última reflexión. Habla UPN de que necesariamente el próximo presupuesto municipal deberá tener contracciones económicas. Pues bien, vaya por delante que mi Grupo tiene la mejor voluntad para poder seguir dotando a Pamplona de la necesaria estabilidad y viabilidad presupuestaria. Pero, Sra. Barcina, quiero hacerle dos advertencias previas: la primera es que es evidente que esperamos que UPN actúe con reciprocidad allí donde tiene responsabilidades institucionales. Y la otra, obviamente, es que en ningún caso vamos a consentir que se pongan en duda las políticas y las inversiones de carácter social.
Intervención de Eduardo Vall en el Pleno del 15 de octubre
En esta legislatura municipal, que tan de lleno se ha visto condicionada por la crisis económica global que atravesamos, nuestro Grupo ha venido primando medidas políticas, sociales y económicas que buscan combatir dicha crisis y que, como no podía ser de otra manera, también han tenido reflejo en este debate anual. En cuantía económica ciertamente modesta si individualmente se contempla el tema, al tratarse de tasas, ordenanzas fiscales y precios públicos; aunque, uno a uno y suma a suma, sí que cobran importancia. No en vano hablamos de, aproximadamente, un tercio de la cantidad total de dinero que nuestro Ayuntamiento destina al gasto corriente. Por eso hay que valorar en su justa medida el esfuerzo que supone esta congelación por segundo año consecutivo. Quiero recordar cómo mi Grupo, además, ya logró a comienzo de legislatura, cuando los problemas económicos empezaban a manifestarse, la congelación y la reducción de algunas tasas que afectaban a los comedores y las viviendas municipales, los apartamentos tutelados o los servicios que presta el servicio de atención domiciliaria. Mejoras que conseguimos consolidar en el ejercicio pasado y que este, lógicamente, también se mantienen.
Volviendo al grueso del debate, nada más fácil que hacer demagogia o brindis al sol a costa de la política fiscal. Tanto más en este caso que, al tratarse del ámbito municipal, ni su trascendencia, ni su cuantía, sin negar la que tiene, se corresponde con la que adquiere en otros ámbitos. Por eso el Partido Socialista, que siempre defiende una presión fiscal tan solidaria como imprescindible para que la sociedad en su conjunto y, especialmente, quienes más lo necesitan, gocen de los servicios e igualdad de oportunidades que nuestras leyes recogen, cree que en estos momentos hay que volver a realizar este sacrificio para las arcas municipales.
En tiempos complejos, medidas extraordinarias. Pero que nadie se equivoque: no es buena de suyo ni la congelación ni la reducción fiscal. A la larga, perjudican a los servicios públicos y al papel inversor de las administraciones. Y cuando estos fallan, quien más lo nota es quien menos tiene. Así que sí, apoyamos esta congelación de tasas, pero únicamente por la coyuntura económica excepcional que sufrimos. Precisamente por ello, y al igual que el año pasado, hemos preferido no presentar algunas propuestas concretas, tendentes a incidir en los temas antes citados, por entender que el esfuerzo total de la congelación es suficiente.
Respecto a las variaciones que UPN nos presentaba este año respecto al ejercicio anterior, decir que estábamos en todas de acuerdo, menos en la referida al artículo 2.1 y 2.2 de la Norma 2, referida al uso de instalaciones deportivas y escolares municipales que se nos presentó inicialmente, por entender que suponía una restricción inadecuada sobre dichos usos. Por eso mismo, manifestamos nuestra disconformidad y hemos logrado que el equipo de gobierno haya propuesto una nueva redacción en donde se expresaba de forma clara que dichas restricciones no afectaban al necesario uso político electoral y cotidiano que los partidos políticos tenemos derecho a ejercer. Pero, aun y todo, y como quiera que queríamos dejar más claro el tema, hemos presentado la enmienda de sustitución que pretende zanjar cualquier polémica al respecto. Con todo, hay referencias de esta Norma que entendemos mejorables pero que abordaremos en una de las dos mociones que luego presentará el grupo municipal de Nafarroa Bai.
Una última reflexión. Habla UPN de que necesariamente el próximo presupuesto municipal deberá tener contracciones económicas. Pues bien, vaya por delante que mi Grupo tiene la mejor voluntad para poder seguir dotando a Pamplona de la necesaria estabilidad y viabilidad presupuestaria. Pero, Sra. Barcina, quiero hacerle dos advertencias previas: la primera es que es evidente que esperamos que UPN actúe con reciprocidad allí donde tiene responsabilidades institucionales. Y la otra, obviamente, es que en ningún caso vamos a consentir que se pongan en duda las políticas y las inversiones de carácter social.
Intervención de Eduardo Vall en el Pleno del 15 de octubre
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