En la mañana de hoy, hemos presentado ante el Tribunal Administrativo de Navarra el recurso de alzada, contra el apartado 2 de la resolución de la alcaldesa de Pamplona, del 11 de marzo, por la que la denominación de la Plaza del Conde de Rodezno, dedicada a D. Tomás Dominguez de Arévalo, queda como sigue “Plaza Conde de rodezno (Título nobiliario creado en 1790).
Yolanda Barcina burla de un modo grosero la ley, burla el acuerdo plenario, por el que le exigimos el cambio de nombre de la plaza y de la sala de exposiciones de la misma denominación, y se burla también de la ciudadanía de Pamplona, especialmente de los que tanto sufrieron con el régimen Franquista, muchos de ellos llegaron a perder hasta la vida, y en el día de hoy, vemos cuando una vez más se les sigue negando un mínimo reconocimiento, y se siguen realizando actos que aplauden a los golpistas, y a los que tantos derechos reprimieron, antes de la guerra, durante la guerra y después de ella, como es el caso del golpista Conde de Rodezno.
En el pleno del 5 de marzo se debatió y quedó aprobada, una Moción sobre el cambio de nombre de la plaza de Conde de Rodezno en Pamplona, así como el cambio de nombre de la sala de exposiciones de la misma denominación.
Es un insulto y una vergüenza para la ciudad, que sigamos teniendo una plaza y una sala de exposiciones con esta denominación .
Como ya lo anunciamos en rueda de prensa anterior, si la Alcaldesa Yolanda Barcina procedía al cambio de la denominación de la plaza en el sentido que lo ha hecho iríamos a los tribunales.
Y así lo hemos hecho porque entendemos que este cambio que pretende la Alcaldesa constituye un fraude de Ley y desviación de poder, ya que incumple tanto a la Ley Foral de Símbolos de Navarra, como la Ley de la memoria histórica.
Por recordar brevemente, Tomás Domínguez de Arévalo, además de ser un golpista, fue Ministro de Justicia con Franco, bajo cuyo mandato más ejecuciones se han llevado a cabo. Ser Ministro de Justicia en este contexto es necesariamente ser cómplice de miles de asesinatos y ejecuciones. Además, también impulsó una serie de medidas dirigidas a recortar los avances en igualdad de derechos entre hombres y mujeres que se habían producido en el periodo republicano.
La Alcaldesa de Pamplona está en la obligación no sólo de cumplir la Ley desde un punto de vista formal, sino también de perseguir el interés que estas leyes protegen. Entendemos que con el cambio de la sola nota explicativa de la placa, no se cumple lo que persigue el interés publico de la Ley.
Es una pena que la Alcaldesa de Pamplona, una vez más, no haya querido llegar a un consenso buscando un nombre que no creara malestar a ninguna persona, como le propusimos en reiteradas ocasiones el Grupo Municipal Socialista, y haya pretendido con subterfugios incumplir la ley y burlarse de la ciudadanía.
Como ya lo anunciamos en rueda de prensa anterior, si la Alcaldesa Yolanda Barcina procedía al cambio de la denominación de la plaza en el sentido que lo ha hecho iríamos a los tribunales.
Y así lo hemos hecho porque entendemos que este cambio que pretende la Alcaldesa constituye un fraude de Ley y desviación de poder, ya que incumple tanto a la Ley Foral de Símbolos de Navarra, como la Ley de la memoria histórica.
Por recordar brevemente, Tomás Domínguez de Arévalo, además de ser un golpista, fue Ministro de Justicia con Franco, bajo cuyo mandato más ejecuciones se han llevado a cabo. Ser Ministro de Justicia en este contexto es necesariamente ser cómplice de miles de asesinatos y ejecuciones. Además, también impulsó una serie de medidas dirigidas a recortar los avances en igualdad de derechos entre hombres y mujeres que se habían producido en el periodo republicano.
La Alcaldesa de Pamplona está en la obligación no sólo de cumplir la Ley desde un punto de vista formal, sino también de perseguir el interés que estas leyes protegen. Entendemos que con el cambio de la sola nota explicativa de la placa, no se cumple lo que persigue el interés publico de la Ley.
Es una pena que la Alcaldesa de Pamplona, una vez más, no haya querido llegar a un consenso buscando un nombre que no creara malestar a ninguna persona, como le propusimos en reiteradas ocasiones el Grupo Municipal Socialista, y haya pretendido con subterfugios incumplir la ley y burlarse de la ciudadanía.
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