Nuestro Grupo entendía que era
imprescindible que este Pleno abordara y pudiera manifestar su sentir en un
tema de enorme trascendencia política y social, tal y como es la pretendida
reforma que UPN aspira a llevar a cabo en lo referido a las urgencias rurales,
por suponer un intolerable recorte en materia sanitaria. Y está plenamente
justificada su tratamiento en este Pleno por un triple motivo. En primer lugar,
y dada su trascendencia, esta ciudad, capital de la Comunidad Foral, no puede
inhibirse en un tema que tanto afecta a una parte de la misma. En segundo
lugar, por un elemental sentido de la solidaridad desde el medio urbano con
aquellas personas que habitan el medio rural y que ahora padecen la
incertidumbre que tal recorte en sus prestaciones sanitarias podría
acarrearles. Y finalmente, quien no entienda estos principios básicos, que lo
haga siquiera por egoísmo, atendiendo al popular refrán de que “cuando veas las
barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
Porque
esta pretensión del Gobierno de Yolanda Barcina, no es más que un punto y
seguido en la alocada carrera de recortes que, una vez liberada la Presidenta
de las cortapisas que en dicho sentido el PSN ejercía en el Gobierno Foral,
está tomando en los últimos tiempos. En realidad, al Gobierno Foral le ha
faltado tiempo para copiar unas medidas que el Partido Popular, su socio
electoral, ya viene aplicando en lugares como Castilla-León, Extremadura,
Madrid, Murcia o Castilla La Mancha. Por cierto, como decía mi compañero la
esperanza es lo último que se pierde. Y así, si en Portugal ha sido su Tribunal
Constitucional quien ha declarado nula la anulación de la paga extra a los
funcionarios que el gobierno conservador luso decretó, ayer mismo el TS de
Justicia de Castilla La Mancha atendía un recurso interpuesto por el alcalde
socialista de Tembleque (una de las localidades afectadas por esta medida) y
suspendía cautelarmente su aplicación en dicha Comunidad.
Y es que, miren, si hay dos temas, si hay dos pilares
básicos que son sagrados preservar desde las administraciones públicas, máxime
en estos momentos de crisis, son la educación y la sanidad. Y ante cualquier
ataque a ellos, hay que rebelarse. Y decir con firmeza que no. Hay que hacer ajustes.
Seguro. Pero no a costa de poner en riesgo la salud de las personas. Y, dígase
lo que se diga, la reforma de la Consejera Vera, empeora los riesgos de las
personas que habitan zonas rurales en Navarra. Así que, cuando uno se equivoca,
lo que hay que hacer es rectificar. Que es lo que en este tema debe hacer UPN.
Y, si no, será el legislativo quien haga entrar en razón al ejecutivo. ¡Ya
sabemos lo mal que le sientan las minorías a UPN!. Pero es lo que hay. Y es
que, se empieza por las urgencias rurales, y se puede acabar con la
desvergüenza y los escándalos en que la derecha está sumiendo a la sanidad
pública en Madrid.
No voy a describir las terribles
consecuencias que esta gran estafa global que padecemos viene produciendo.
Crisis, que nunca se nos olvide, viene derivada de la aplicación de las recetas
neoconservadoras y ultraliberales de los Fukuyama y demás iconos conservadores.
Me ceñiré al ámbito sanitario foral. Y digo que recortes, no. Y, en
consecuencia, que UPN debe rectificar y retirar inmediatamente la aplicación
del Decreto Foral aludido en la Moción. Dicen que rectificar es de sabios. Pues
bien. Este Ayuntamiento debe decirle a Yolanda Barcina que rectifique. Y que la
sanidad y la enseñanza pública, no se tocan. Y que, si pretende tocarlas, nos
tendrá enfrente. A este Pleno, desde luego, y creo que a la inmensa mayoría de
la sociedad navarra.
Intervención de Eduardo Vall en el Pleno del 18 de enero de 2013. Moción para retirar el Decreto de Salud sobre urgencias presentada por nosotros y posteriormente acordada con los grupos de la oposición en base al texto acordado en el Parlamento.
MOCIÓN SOBRE ATENCIÓN SANITARIA CONTINUADA Y URGENTE,
PRESENTADA AL PLENO DEL 18 DE ENERO DE 2013
La modernización de los hospitales y centros
sanitarios iniciada en los años setenta del pasado siglo, junto con la reforma
de la atención primaria desarrollada a partir de las recomendaciones de la OMS
y plasmada en la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad y, en Navarra,
en la Ley Foral 10/1990, de 23 de noviembre, de Salud, sentaron los pilares de
un sistema público sanitario de acceso universal, gratuito y de calidad
contrastada, reconocido desde entonces en todo el mundo. Para mediados de los
años noventa el 95 % de la población navarra era atendida en los nuevos centros
de salud y, por lo tanto, se beneficiaba de las actividades de promoción de la
salud, prevención de enfermedades, asistencia y rehabilitación.
La asistencia de las urgencias vitales, sin
embargo, siguió vinculada a los hospitales hasta la puesta en marcha del Plan
de Urgencias de Navarra aprobado en 1997. Desde entonces, la red de ambulancias
medicalizadas presta asistencia especializada en el lugar donde ocurra el
siniestro, sea por enfermedad o accidente, y el personal sanitario de las zonas
rurales complementa esta atención en los ámbitos más alejados de los grandes
núcleos urbanos.
En el año 2008 se creó el Servicio de Urgencias
Rurales (SUR) que, sin suponer un gran avance organizativo, mejoró las
condiciones laborales del personal de urgencias médicas rurales y permitió una
mejor atención facilitando la presencia física de estos profesionales en los
puntos de atención continuada.
El
Decreto Foral 131/2012, de 19 de diciembre, por el que se regulan el horario y
el funcionamiento de los centros sanitarios de Atención Primaria, de los Puntos
de Atención Continuada y Urgente, y las modalidades de atención continuada y
urgente, supone por primera vez un retroceso en la prestación sanitaria
ofertada a la ciudadanía navarra dado que implica el desmantelamiento del
actual sistema de urgencias destinado a la población rural y a la red viaria de
la comunidad. Dicha norma confunde la atención sanitaria continuada y urgente,
mezclando problemas y necesidades radicalmente diferentes, y deteriora el nivel
de las prestaciones que se habían ido implantando para la ciudadanía de Navarra
a través de la citada Ley Foral
10/1990, de los Decretos Forales 29/1997, de 10 de febrero, y 8/2011, de
7 de febrero, sobre transporte sanitario por carretera de Navarra, del Decreto
Foral 343/1997, de 24 de noviembre, por el que se regula la asistencia sanitaria
de urgencia extrahospitalaria en el ámbito de la Comunidad Foral de Navarra, y
el Acuerdo sobre modelo de organización de los servicios de urgencias médicas
en el ámbito rural de marzo de 2008 entre el Servicio Navarro de
Salud-Osasunbidea y las organizaciones sindicales.
Con la aplicación de ese
Decreto Foral se pone en riesgo la seguridad de las personas residentes en las
zonas rurales y de los usuarios de la red viaria de Navarra con la única
justificación de un pretendido ahorro de costes, que por otra parte no es real.
Se desaprovecha la oportunidad de estudiar modelos más efectivos y, a la vez,
más eficientes que permitan continuar mejorando la asistencia a las urgencias
vitales en el medio rural. Es evidente que el actual modelo de atención primaria
y urgente de la zona rural tiene aspectos mejorables, pero el Decreto Foral
131/2012 no contribuye a su corrección sino, por el contrario, se opone a los
principios de equidad en los niveles de salud e igualdad en las condiciones de
acceso al sistema sanitario para todos los ciudadanos, descentralización y
participación en la gestión, calidad y humanización de la asistencia sanitaria
y participación de la comunidad que se contienen en el art. 4 de la Ley Foral
de Salud.
El Pleno del Ayuntamiento
de Pamplona, capital de la Comunidad Foral de Navarra, quiere mostrar su
rechazo al citado Decreto Foral y trasladar su solidaridad a las personas a las
que les afecta.
Por todo ello, el
Pleno del Ayuntamiento de Pamplona acuerda:
1.
Instar al Gobierno de Navarra a que derogue el Decreto Foral 131/2012, de 19 de
diciembre, por el que se regulan el horario y el funcionamiento de los centros
sanitarios de atención primaria, de los puntos de atención continuada y
urgente, y las modalidades de atención continuada y urgente.
2.
Instar al Departamento de Salud del Gobierno de Navarra a que realice una
evaluación de las necesidades de la población de las zonas rurales de Navarra
en relación a la atención sanitaria y de las ineficiencias del modelo de la
atención continuada y urgente, y elabore un Plan de funcionamiento de los
centros sanitarios de atención primaria y de las modalidades de atención
continuada y urgente con participación de los profesionales sanitarios, de las
entidades locales y de los colectivos sociales relacionados con dicha materia
procurando el mayor consenso posible. Plan que, en el plazo máximo de un año,
remitirá al Parlamento de Navarra para su debate y aprobación.
Link debate en el Pleno
http://www.pamplona.es/actasweb/videos/video_ple_13_1.htm#
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