El pasado 14 de marzo, la parlamentaria
vasca Laura Mintegi comenzaba una serie de declaraciones y gestos políticos
absolutamente desafortunados provenientes del mundo de la llamada izquierda
abertzale que, además de cuestionar principios básicos del Estado de Derecho,
suponen una provocación al conjunto de la sociedad además de un claro
menosprecio a la memoria de las víctimas del terrorismo. Memoria,
reconocimiento y respeto que tantas veces este Pleno se ha visto obligado a
manifestar.
Ni nuestro Grupo, ni la inmensa mayoría
de la sociedad, desde luego la pamplonesa, comparten, ni respetan ni quieren
otra declaración política sobre ETA que no anteponga la exigencia de su
disolución y desaparición inmediata, definitiva e incondicional. Esa y no otra
es la principal urgencia que respecto a la banda terrorista debemos manifestar.
Y, a partir de ahí, y siempre desde el respeto a la legalidad vigente y las
decisiones del poder judicial, podremos abordar otras cuestiones que puedan
derivarse de dicha desaparición.
Ahora que los demócratas hemos vencido
y el estado de derecho se ha impuesto al fanatismo y la sinrazón que tanto años
tuvimos que padecer, cada vez que el nombre de ETA salta a la palestra, no
olvidamos la infamia que su actividad ha supuesto. Por eso nada ni nadie puede
minimizar, justificar y mucho menos exaltar a quien quiera que haya practicado
o mantenido vinculación con la banda terrorista.
Denúnciense si se quiere las posibles
carencias o actuaciones políticas que alguien pueda entender negativas o que
piense no ayudan a acelerar de una vez por todas la desaparición de ETA. Hágase
si se quiere. Los socialistas, que además de sufrir, como tantas otras personas
y colectivos, la amenaza, extorsión y aun los asesinatos de la banda
terrorista, hemos tenido que aguantar la desvergonzada y partidista crítica de
quienes pensaban -y, a lo mejor, aún piensan- que se puede hacer un uso
electoralista de la lucha contra ETA, sabemos bien lo que decimos.
Desde esa legitimidad, y desde el
orgullo de haber contribuido de forma importante a que ETA haya abandonado su
actividad terrorista, le decimos al mundo radical abertzale que no hay excusa
que valga. ETA debe desaparecer ya definitivamente. Nadie que crea en la
democracia puede desear otra cosa. Así que vamos a apoyar esta moción, y vamos
a desear que cesen este tipo de declaraciones de forma inmediata. Y ojalá que
entre todos logremos que mociones como esta no tengan que venir a Pleno.
Intervención de Eduardo Vall en el Pleno del 26 de abril de 2013
http://intranet/actasweb/videos/video_ple_13_7.htm
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