lunes, 29 de abril de 2013

HAY QUE FOMENTAR EL USO DE LA BICICLETA Y EL CASCO OBLIGATORIO EN CIUDAD, NO LO HARÁ





Nuestro grupo, quiere hacer público el rechazo al borrador del nuevo Reglamento General de circulación en relación a la circulación de la bicicleta por la ciudad. 

El borrador del nuevo Reglamento propone la obligatoriedad del uso del casco a ciclistas, también en zonas urbanas, lo que entendemos que provocaría una limitación del uso de la bicicleta. 

Esta medida sería perjudicial para la promoción de modos de transporte no motorizados y va en la dirección contraria a la potenciación del uso de la bicicleta como medio alternativo. 

Está claramente demostrado que el casco ciclista ofrece protección ante caídas a baja velocidad, por lo que su uso generalizado potencia una falsa seguridad entre los ciclistas, lo que puede originar que la circulación sea menos cautelosa. 

Aunque el número de usuarios y desplazamientos en bicicleta se ha incrementado en nuestra ciudad los datos de accidentes que implican a los ciclistas son bajos. 

Estamos a favor de medidas de promoción del uso del casco pero no de imponer su obligatoriedad. 

Otro punto que también queremos señalar, es nuestra discrepancia en relación a la posición preferente del ciclista al lado derecho en vías de un sólo carril porque provoca adelantamientos imprudentes y situaciones de riesgo ante coches aparcados, siendo más seguro la circulación de la bicicleta por el centro del carril, como un vehículo más, favoreciendo su visualización por los vehículos que circulan por la calzada. 

Así mismo entendemos que la implantación de la obligatoriedad del uso del casco afectaría al futuro del servicio municipal de préstamo de bicicletas, reduciéndose o desapareciendo este servicio al tener que facilitar el alquiler del casco. 

No podemos obligar a una persona usuaria de la bicicleta a llevar de pulsera un casco durante todo el día. 

Hemos estado promoviendo políticas para estimular el uso de la bicicleta en nuestra ciudad y esta medida tan restrictiva supondría un paso atrás en el fomento de su uso. 

Nuestro grupo entiende que se debe favorecer la promoción del uso de la bicicleta por la ciudad regulando su utilización, contemplando todos los aspectos y circunstancias de su circulación y, en especial, su convivencia con el resto de los vehículos , es decir peatonal, motorizado y otros vehículos como monopatines, etc. y su aparcamiento en la vía pública. 

Junto a los aspectos normativos de funcionamiento, también destacamos la necesidad de abordar de forma seria los aspectos técnicos que permitan disponer de una señalización adecuada que defina las preferencias e identifique los modos con los que se interactúa en cada lugar. Así mismo es necesario incidir en la señalización, porque además de orientar a la persona ciclista puede servir para promocionar el uso de la bicicleta.

Intervención de Pilar Ferrero en el Pleno del 26 de abril de 2013

http://intranet/actasweb/videos/video_ple_13_7.htm



Los Grupos Municipales y Concejales abajo firmantes, (NABAI, PSN-PSOE, BILDU, RALAR, IZQUIERDA-EZKERRA) en el Ayuntamiento de Pamplona-Iruña presentan, para su debate y votación en el Pleno, la siguiente 

MOCIÓN: 

Recientemente, la Dirección General de Tráfico ha hecho público, como paso previo a su aprobación, el borrador del nuevo Reglamento General de Circulación, en el que se incluye la obligatoriedad del uso del casco para todos los desplazamientos en bicicleta por vías urbanas. 

La bicicleta ha experimentado un notable auge en Pamplona durante los últimos años, debido al desarrollo de estructuras ciclistas y a las políticas de calmado de tráfico, con la implantación del límite de velocidad a 30 km/h en todas las calles de un único sentido y con un único carril. 

En este periodo, y pese al creciente número de usuarios y desplazamientos en bicicleta que diariamente se realizan en nuestra ciudad, consideramos que el número de accidentes en los que se encuentran implicados ciclistas es bajo. La inmensa mayoría de las lesiones no guardan relación con el hecho de no llevar casco, y los de carácter grave o mortal son porcentualmente muy bajos, y suelen ser consecuencia de atropellos. En los politraumatismos derivados de éstos no suele incidir la variable de llevar o no casco, ya que está concebido como un complemento deportivo ligero, diseñado para paliar las consecuencias de caídas y accidentes menores. No existe evidencia de que la obligatoriedad del uso del casco en carretera, vigente desde 2003, haya supuesto ninguna mejora sustancial para la seguridad del tráfico ciclista, ni hay razón para prever que su extensión a las vías urbanas vaya a tener un impacto diferente. 

Por el contrario, la imposición de su uso obligatorio sería tremendamente disuasorio para un porcentaje muy alto de los usuarios que utilizan la bicicleta como medio de transporte urbano, ya que implicaría la obligación de llevar consigo permanentemente el casco o de exponerse a una casi segura sustracción en caso de dejarlo junto al vehículo. Más graves aún serían sus efectos en el servicio Nbici de préstamo gratuito de bicicletas, puesto que los usuarios se verían obligados a llevar el suyo propio o se haría necesario articular algún sistema de alquiler, con los consiguientes inconvenientes de infraestructuras, personal o adecuación de las tallas ofertadas, por lo que con toda probabilidad el servicio se desarticularía. 

La implantación del casco obligatorio en zonas urbanas sería una medida excepcional en el marco europeo (sólo Malta lo contempla), donde países con enorme tradición ciclista y un porcentaje altísimo de desplazamientos ciclados como Holanda, Alemania, Bélgica, Dinamarca o Francia han desechado su imposición por inútil y contraproducente, como demuestran las nefastas estadísticas de países como Israel, Australia o Nueva Zelanda, donde supuso un descenso de usuarios urbanos de un 40%. Por el contrario, en Holanda, donde un 27% de los desplazamientos se realizan en bicicleta, apenas el 1% de los ciclistas utiliza el casco. 

Está demostrado, por tanto, que su obligatoriedad repercute muy negativamente en el número de personas que se inclinan por la bicicleta como medio de locomoción urbano, echando por tierra todos los avances logrados durante los últimos años y desincentivando que estos ciudadanos se beneficien de los efectos positivos de su uso. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud reconoce que pedalear 30 minutos al día es una de las prácticas más eficaces en la lucha contra las enfermedades coronarias y la obesidad. 

Por todo ello, en pro del interés general, las autoridades deben facilitar el uso de la bicicleta, incidiendo en la seguridad de los ciclistas no con la imposición de la obligatoriedad del uso del casco en toda circunstancia, sino garantizando un marco completo de seguridad, un modelo integral, combinado, que aúne una red básica de vías ciclistas homologada con criterios técnicos y políticas de calmado de tráfico, acompañadas, por supuesto, de campañas de seguridad vial que incluyan explícitamente la figura del ciclista como un agente más de la movilidad, con su legítimo derecho a sentirse seguro y protegido frente a los vehículos motorizados. 

Este modelo es el defendido por la inmensa mayoría de los expertos en infraestructuras ciclistas y por la Federación de Ciclistas Europeos, y se viene desarrollando desde hace décadas en los países europeos de mayor implantación de la bicicleta. 

Por todo ello, el Pleno adopta el siguiente 

ACUERDO: Instar a la Dirección General de Tráfico a que no incorpore en el nuevo Reglamento de Circulación el uso obligatorio del casco en desplazamientos urbanos.


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