Nos hemos abstenido en la aprobación de las cuentas del 2010 ya que no estamos de acuerdo con la situación económica en la que se encuentra este Ayuntamiento.
La herencia dejada por la anterior alcaldesa Yolanda Barcina hace que el futuro de nuestra ciudad sea cada vez más preocupante. En el 2010, año electoral, se invirtió todo lo que se pudo para poder dar una imagen que no se correspondía con la realidad. Ahora hay que cuadrar las cuentas con millones de euros traspasados de otros organismos, como sucedió en el 2009 con la Gerencia de Urbanismo, o con prestamos que "nuca se iban a contratar", como sucedió en el 2011 con los 14 millones de euros contratados para poder tapar el agujero del 2010.
UPN no quiere reconocer esta situación y eso es malo para nuestra ciudad.
En el 2012 solamente se va a gastar en las inversiones que tienen financiación externa. ¿Porqué, si todo va tan bien?. Es fácil contestar. No estamos tan bien como se dice. No podemos invertir y tenemos una deuda de más de 105 millones de euros.
Nos abstenemos para que las cuentas sean aprobadas ya que de salir rechazadas perjudicaría a la ciudad al tener problemas para contratar préstamos y para recibir subvenciones. Sabemos que las cuentas son el reflejo contable, pero detrás hay una gestión con la que no podemos estar de acuerdo.
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