martes, 20 de noviembre de 2012

MANIFESTAMOS NUESTRO COMPROMISO POR SEGUIR TRABAJANDO EN LA CONSECUCIÓN DE LA IGUALDAD ENTRE TODAS LAS PERSONAS CON INDEPENDENCIA DE SU ORIENTACIÓN O IDENTIDAD SEXUAL



     Como militante Socialista, me siento orgullosa que un gobierno socialista, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero haya sido el impulsor de la Ley 13/2005, del 1 de julio, por la que se modificó el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio. 

     Me siento muy satisfecha porque gracias a la intervención de este gobierno, España logró situarse entre los países que cuenta con más derechos para los ciudadanos. 

   Con este gobierno además se aprobaron otras leyes progresistas en defensa de los derechos civiles como, la Ley para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, la creación de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, y una nueva regulación de inmigrantes. 

     La aprobación de la ley, que legalizaba el matrimonio homosexual, supuso un avance y una reparación. Un avance porque España fue el tercer país de Europa que legitimó estas uniones y una reparación porque con esta ley, se dejó de castigar a miles de personas, que todo el mal que habían realizado, era el de haberse enamorado de una persona de su mismo sexo. 

     Mi reconocimiento y respeto para todas aquellas personas que desde los años franquistas han sido perseguidas y encarceladas por su homosexualidad. 

   Sólo se necesitaron 18 palabras, introducidas en el artículo 44 del código Civil: "El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo", para que España se convirtiera en el tercer país de la Unión Europea que aprobara legalmente los matrimonios entre personas del mismo sexo. Durante este tiempo de vigencia de la norma, según datos recogidos por el Servicio Nacional de Estadística, se han celebrado más de 22.000 bodas homosexuales. 

    Esta medida, a la que se opusieron los diputados de Unió Democrática de Catalunya y todo el Grupo Popular, con la única excepción, de la diputada Celia Villalobos y que según un sondeo de Metroscopia realizado entonces, contó con el respaldo del 56% de los españoles, con el rechazo del 21%, y, tan sólo un 11% se mostró disconforme con el uso del término matrimonio, pese a estar de acuerdo con la medida de fondo. 

    La sentencia del Tribunal Constitucional ha terminado por dejar finalmente las cosas tal y como una amplia mayoría ciudadana llevábamos mucho tiempo viéndolas. 

    La naturalidad con que nuestra sociedad está viviendo la plena aceptación social y legal de las parejas homosexuales encuentra quizá su más significativa expresión en el hecho de que incluso entre quienes se definen como católicos practicantes , y que representan algo menos del 20% de nuestra población adulta, sólo un 19% rechaza de plano la legalización de las parejas del mismo sexo, porcentaje este inferior incluso en seis puntos al de quienes aceptan que sean legales y se denominen matrimonio, y un 55% no tiene más reserva al respecto que el uso de dicho término. 

  Nuestro grupo quiere manifestar nuestro compromiso en seguir trabajando en la consecución de la igualdad entre todas las personas con independencia de su orientación o identidad sexual. 

   Así mismo, denunciamos y condenamos expresamente la violencia y persecución que aún sufren las personas homosexuales en algunas partes del mundo, sumándonos con ello al compromiso de Naciones Unidas para acabar con la violencia basada en la orientación sexual y en la identidad de género. 

   Queremos reclamar a los políticos del PP, que apoyen esta Ley que permite los matrimonios homosexuales porque, gracias a ellos, ha facultado que todas las personas se casen con quien quieran. Ya es hora de olvidar el calvario que les ha hecho pasar los hombres y mujeres del PP. 

   Antes de finalizar quisiera recordar dos temas muy ligados a la homosexualidad y expresar la preocupación, en esta época de recortes sociales, por el lugar que ocuparán a partir de ahora la educación y el sida. 

   Queremos mostrar nuestro compromiso para defender los programas de prevención y atención de VIH-SIDA de los recortes sociales, puesto que es una cuestión de salud pública, en la que no puede entrar la ideología. 

   Así mismo, nos queremos sumar a la petición, que se requiera de nuevo a la Organización Mundial de la Salud a que elimine la transexualidad como patología mental. 

   Referente a la educación, una vez que se elimine la asignatura de educación para la ciudadanía, nos parece que es inaceptable que en los currículos escolares no se hable de la diversidad sexual y familiar, , a pesar de que es una realidad que existe y debe respetarse. 

   Me gustaría que quedara claro, que no estamos hablando de ninguna promoción de ningún estilo de vida, estamos hablando de trabajar el respeto a la diversidad

Intervención de Pilar Ferrero en el Pleno del 16 de noviembre de 2012

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