La propuesta en cuestión trae consecuencia de un tema tan serio y preocupante como es el referido a la violencia machista que sufren las mujeres por su condición de tales. Efectivamente, es un goteo tan doloroso como continuo el número de mujeres asesinadas por dicha violencia e igualmente incontable el número de mujeres que la padece aun sin llegar al extremo de la muerte. Para colmo, todavía hoy son minoría las mujeres que se atreven a denunciar dicho padecimiento. Además, existe la sensación de que el conjunto de la sociedad no acaba de ser consciente de este drama que afecta a la población femenina y que, lejos de disminuir, parece extenderse peligrosamente a nuevas capas sociales, siendo la de la juventud, por motivos obvios, la más preocupante de ellas.
Así las cosas, las Administraciones vienen obligadas a cuantas políticas de prevención y atención a las víctimas esté en sus manos llevar a la práctica y cualquier iniciativa que se tome al respecto, por pequeña que sea, debe ser valorada.
Por ser positivos, no repararé en describir la opinión de mi Partido sobre la labor de la ministra Mato, tan ocupada en dar explicaciones sobre asuntos personales y políticos tan turbios como injustificables. También me limitaré brevemente a recordar el desdén y desprecio con que la derecha ha acogido las distintas iniciativas que desde mi Partido se han ido poniendo en marcha a favor de una discriminación positiva hacia la mujer y hacia su inserción en el conjunto de la sociedad, con especial atención también al mundo de la empresa y sus órganos de dirección, algo que especifico ya que la moción hace referencia a dicho ámbito, así como para prevenir la lacra de la violencia machista. Y tampoco voy a ahondar mucho en la continua merma presupuestaria del gobierno en políticas sociales y de igualdad, auténtico sostén para que la mujer pueda ejercer sus derechos y encuentre amparo ante discriminaciones y situaciones extremas como la que nos ocupa, así como en la continua merma de derechos civiles a que se le pretende someter, Gallardón mediante. Y digo todo esto sólo de pasada, aunque habría para hablar y no parar. Porque todo ello subyace en una parte de la génesis de esta nefasta violencia.
Se nos propone en la moción, el apoyo a esta incipiente Alianza de Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género, algo que, a menor escala, ya se ha experimentado en Navarra cuando hace unos años el gobierno foral alcanzó un convenio similar con un reducido número de empresas de nuestra Comunidad a fin de promover igualmente la inserción laboral de las víctimas de la violencia machista.
Cierto es también, que en la relación de empresas acogidas a esta iniciativa, vemos a más de una que no se ha caracterizado, al menos hasta la fecha, por ser una ejemplo de trato ecuánime entre hombres y mujeres, y eso por no entrar en el origen y el modo de elaboración de algunas de las materias y productos que comercializan. Pero bueno, a pesar de todo ello, y como tampoco se trata de echar por tierra una de las pocas iniciativas del Partido Popular que puede ayudar, si quiera mismamente, a facilitar la inserción laboral de estas víctimas, apoyaremos la moción, no sin reiterar nuestro profundo desacuerdo y oposición a la política global que dicho Partido mantiene en políticas sociales y de igualdad, auténtico talón de Aquiles para poder superar de la manera más efectiva la lacra social de la violencia de género.
1.- Mostrar el apoyo a la Alianza de
Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género.
2.- Impulsar la adhesión de las empresas
de nuestra ciudad a dicha alianza.
El debate en el Pleno
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