OFICINA DE TURISMO MUNICIPAL. MAYA SE PLIEGA UNA VEZ MÁS A LOS INTERESES DE BARCINA

El Grupo Municipal Socialista denuncia el convenio suscrito entre la concejala de Empleo, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Pamplona, María Caballero, y el consejero de Cultura del Gobierno de Navarra, Juan Luis Sánchez de Muniáin, sobre el uso conjunto de la nueva Oficina Municipal de Turismo de nuestra ciudad.

Tras el fiasco y el descaro con que la exalcaldesa Yolanda Barcina aprovechó la apertura de la nueva oficina municipal para clausurar la que el Gobierno de Navarra mantenía en la avenida de Roncesvalles de nuestra ciudad, el alcalde Maya y UPN se pliegan una vez más a los intereses de Barcina, y firman un paupérrimo y oneroso convenio para Pamplona merced al cual UPN y el exconcejal Sánchez de Muniáin no solo privan a Pamplona de la oficina foral de turismo, sino que se aprovechan de la instalación municipal para pseudo asumirla como propia. Y hacerlo bajo el módico compromiso de que únicamente una de las numerosas personas que atendían la oficina foral se incorporará a la nueva oficina municipal. Lo cual, dado el horario a atender, supone que esa escasa colaboración ni siquiera lo será con carácter permanente. Huelga decir que ni por asomo el convenio habla de compensación económica alguna del gobierno al Ayuntamiento. Eso sí: se asegura que el ejecutivo foral será quien aporte los folletos que se entreguen de Navarra: ¡qué alivio!. 

Esta nueva dejación en la defensa de los intereses de Pamplona que UPN hace a mayor gloria de la política de recortes de Barcina, supone un suma y sigue en la larga sucesión de claudicaciones económicas de Enrique Maya ante el Gobierno foral tales como la asunción del personal de la Biblioteca de San Francisco, los recortes en la subvención foral al Servicio de Atención Domiciliaria, o en la subvención foral a las Escuelas Infantiles.

Recordar como UPN quitó la oficina anterior de la calle San Francisco del Casco antiguo para llevársela a bombo y platillo a la Avda. de Roncesvalles. Acción por la que tuvieron grandes críticas de asociaciones de comerciantes y vecinos y de nuestro grupo político entre otros, por sacar del Casco histórico actividades institucionales que daban vida a sus calles, como la biblioteca general o la escuela de música Joaquín Maya que también fueron llevadas a otros lugares.