Viene una moción de Bildu a
colación de la convocatoria de huelga general que los sindicatos nacionalistas
han realizado para el próximo 26 de septiembre. Está claro que la movilización
social está plenamente justificada en los momentos actuales, con la crisis global
que tanto afecta a España y que provoca recortes, pérdida de poder adquisitivo,
desempleo y otros efectos colaterales, todos ellos perversos.
La derecha y el gobierno
contraprograma aduciendo que no es el momento de huelgas, sino de trabajar. Y
yo le pregunto a la derecha ¿y cuándo es el momento de huelgas?. Bajada en las
prestaciones sociales, en los subsidios, en sanidad, en enseñanza, paro masivo,
recortes de derechos civiles y democráticos, desesperanza para tantas y tantas
familias... ¿De verdad alguien piensa en que no es el momento de protestar y
luchar por tanto derecho cercenado?. Otra cosa es que la reivindicación debe
ser democrática, sí. Pero clara y masiva. Pues si no, creo que todos saldremos
perdiendo. No hace falta ahondar mucho en argumentos cuando la realidad es la
que es. ¡Claro que hace falta movilizarse!.
Con todo, a nuestro Grupo
no le gustan las movilizaciones y convocatorias unilaterales y con cierto
carácter excluyente. Ni como Partido de izquierdas que somos ni como mejor forma
de lograr el mejor fin de la operación. Y por eso, nos abstendremos en el
primer punto de la moción. Por el contrario sí que apoyaremos el segundo. Pues
si bien nuestro Grupo no va a secundar esta convocatoria, por su carácter
excluyente, sí queremos facilitar que quien quiera, pueda ejercer su derecho a
huelga y a acudir a las movilizaciones convocadas a tal fin.
Intervención de Eduardo Vall en el Pleno del 21 de septiembre de 2012
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