Parecía que ya se había dicho todo referente a la biblioteca de San Francisco, máxime, cuando en dos ocasiones, no sólo se ha debatido en Pleno del Ayuntamiento si no que la mayoría acordamos la apertura de la biblioteca de San Francisco como biblioteca central de la ciudad y su acondicionamiento como tal, en cuanto a fondos bibliográficos, servicios y horarios de atención al público.
Así mismo, me gustaría recordar que el propio acuerdo de cesión del edificio recoge el compromiso de que la biblioteca de San Francisco se abra como biblioteca central de la ciudad,
Hoy parece que lo que se acuerda en Pleno, el sentir de los vecinos y vecinas de Pamplona, que vienen expresando su preocupación sobre el futuro de esta biblioteca, el posicionamiento de los distintos grupos políticos, que representamos a todos los ciudadanos y ciudadanas de Pamplona, no tiene ningún valor al mismo tiempo que crea un serio precedente que no podemos permitir.
Voy a ser muy breve, porque el modelo de biblioteca que queremos ya está definido. La mayoría del Pleno, el 7 de junio, expresó con claridad meridiana, que la Biblioteca de San Francisco fuera considerada como biblioteca central de ciudad.
Hemos apostado por una biblioteca integrada en su comunidad y al servicio de ella, una biblioteca que se constituya como servicio básico, que apoye el desarrollo social, cultural y económico de la comunidad, es decir una institución clave para el desarrollo cultural comunitario, y que contemple diversos y diferentes programas específicos a cada perfil de edad, lengua y cultura de los ciudadanos y ciudadanas de Pamplona.
En el pleno del 7 de junio, nuestro grupo denunció que el servicio bibliotecario instalado provisionalmente en el Civivox de Condestable, tenía escasos fondos de libros y si deseábamos una correcta biblioteca pública, ésta debería ajustarse a las necesidades y deseos de la población que atiende en cuanto a calidad y cantidad de fondos.
En esa ocasión, ya expresamos, que si nos guiábamos de los indicadores de los parámetros internacionales y locales consultados, la biblioteca de San Francisco, en su nueva andadura debería empezar con un fondo inicial de 25.000 documentos hasta llegar a un número no inferior a 45.000.
Por otro lado, me gustaría recordar el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y el Gobierno de Navarra en la gestión de las bibliotecas de Pamplona, en el punto cuarto que hace referencia a personal y a horario dice: “el Gobierno de Navarra dotará las bibliotecas públicas de Navarra del personal técnico bibliotecario necesario para garantizar la adecuada gestión y el normal funcionamiento, y por su parte el Ayuntamiento de Pamplona podrá colaborar en la mejora de este servicio con la dotación de personal auxiliar”.
En el punto 9 de dicho convenio, aparece señalado como una de las obligaciones del Ayuntamiento, la de asignar cada año, una partida presupuestaria para la compra de documentos y publicaciones periódicas para gestionar el préstamo interbibliotecario.
Así mismo, me gustaría recordar parte de la intervención que tuvo el señor Alonso el 7 de junio:
“Los convenios los firman quienes corresponden y quien tiene la competencia para firmarlo”.
“Sobre la provisión de puestos, creo que se han equivocado de ventanilla, al menos en cuanto lo que es la defensa de los intereses municipales, puesto que como saben, a quien le corresponde poner el personal de bibliotecas, será a Función Pública del Gobierno de Navarra y por lo tanto, en el caso de que sean o de que quieran que sea personal funcionario, tendrá que ser a Función Pública del Gobierno de Navarra a quien se requiera esa provisión. Nosotros en este sentido no vamos a asumir ninguna competencia que no nos corresponda y muchísimo menos, como digo, en la actual situación”.
A la vista de los hechos cabe preguntarse si el Concejal Delegado del área de Cultura, señor Alonso, tiene la competencia de la que hace gala gratuitamente puesto que el resultado alcanzado lo desmiente rotundamente.
Con la presentación de esta moción, nuestro grupo quiere denunciar el comportamiento de Gobierno de Navarra que no cumple con sus compromisos renegando de su propia firma, y obligando al Ayuntamiento de Pamplona a tener que hacerse cargo de los gastos derivados del funcionamiento, o en su defecto que la biblioteca permanezca cerrada cuando su rehabilitación ha costado más de un millón de euros.
Esta decisión nos demuestra la poca sensibilidad de UPN en los temas de cultura, educación y la falta de reacción del “Ayuntamiento perjudicado” que se calla, pues otorga.
Una vez más, nos encontramos en la situación de la connivencia dentro de UPN, en la que la Alcaldesa en la sombra impone sus desiderata y los demás se cuadran.
Y para empeorar aún más las cosas, UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, además de asumir el coste, va externalizar la gestión a una empresa, con lo que actúa en contra de la mayoría del Pleno municipal que instó a la gestión directa con profesionales contratados a través de una convocatoria pública. Esto puede ser el germen del inicio de la externalización de este tipo de servicios, algo muy preocupante, que demuestra el nulo interés de UPN por los servicios públicos y la falta de compromiso con los empleados públicos.
Intervención de Pilar Ferrero en el Pleno del 6 de septiembre de 2012
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